Más Allá del Sari

La exposición muestra la realidad de las mujeres indias y resalta los esfuerzos que ellas mismas están desarrollando para salir de las situaciones de desigualdad, inequidad e injusticia en las que viven.

De la mano de la ONGD gipuzkoana miles de mujeres de toda la India llevan desde 2003 participando en proyectos de empoderamiento de la mujer que buscan ayudar a estas mujeres en sus pasos hacia el camino de la independencia, la participación, la toma de decisión y la autoestima.

Múltiples estudios demuestran día tras día que no existe un instrumento para el desarrollo más eficaz que la autonomía de la mujer. Ninguna otra línea de acción tiene las mismas posibilidades de aumentar la productividad económica o de reducir las tasas de pobreza, la mortalidad en la infancia y la mortalidad derivada de la maternidad. Ninguna otra política tiene la misma fuerza para mejorar la nutrición y promover la salud, incluida la prevención del VIH/SIDA. Ninguna otra política tiene el mismo poder para aumentar las posibilidades educativas de las próximas generaciones.

El objetivo de la exposición compuesta por cerca de 30 fotografías y 12 paneles explicativos es reflexionar sobre la situación de inequidad universal contra las mujeres y niñas y las propuestas dirigidas al cambio en pro de una vida mas justa y digna, tanto para mujeres como para hombres en todos los lugares del mundo.

En la India, al igual que ocurre en todos los países del mundo en mayor o menor medida, las mujeres sufren una especial discriminación simplemente por el hecho de ser mujeres. Esta situación de inequidad e injusticia genera enormes consecuencias de carácter socioeconómico, perpetua la pobreza y lastra el desarrollo humano y económico del país.

De las personas más pobres del mundo, cuya cantidad llega a unos 1000 millones, las tres quintas partes, es decir unos 600 millones, están constituidas por mujeres y niñas. Además algunos grupos son especialmente vulnerables a la pobreza como las agricultoras, las pertenecientes a pueblos originarios, las mujeres que trabajan en el sector informal, las inmigrantes, las discapacitadas y las ancianas.

Cuando al hecho de ser mujer se añade además la cuestión relativa al origen étnico, se hace evidente el doble peso de la discriminación por motivo de género y la discriminación racial y la intolerancia. Esta es la situación específica y diferenciadora de las mujeres y niñas en India, a las que además de los dos factores anteriores, se les ha de sumar la discriminación por casta y edad. Así las mujeres y niñas Indias de castas bajas y tribus originarias sufren una cuadruple vulneración: son mujeres, son pobres, son de casta baja y contra más jóvenes sean más sufrirán los otros tres tipos de discriminación.

Existen múltiples estadísticas que reflejan la discriminación que sufren niñas y mujeres en la India, como las relacionadas con los abortos selectivos (914 niñas por cada 1000 niños), las altas tasas de mortalidad materna (450 mujeres por cada 100.000, cuando la media europea de de 4/100.000) y las consecuencias de las muertes debidas a la dote o “Dowry Deaths”.
Estos datos siguen subrayando la necesidad de continuar trabajando a favor de la igualdad y en contra de la violencia de género.