Mujeres de Luz. Rompiendo roles de género

Centro de Capacitación en fabricación de Lámparas Solares

En agosto de 2015, se inauguró el Centro de Capacitación en fabricación de Lámparas Solares Loyola, en el marco de un proyecto financiado por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo.

En el centro se ofrece capacitación sobre el montaje y reparación de lámparas solares exclusivamente para mujeres.

Este centro representa un buen ejemplo de los tres pilares que soportan todos los proyectos que apoyamos desde Calcuta Ondoan:

  • Derechos Humanos: Las beneficiarias de estos cursos son mujeres de origen tribal. Triplemente marginadas, por ser aborígenes, por ser pobres y por ser mujeres.
  • Género: Cuando las mujeres llegan a estos cursos, han realizado ya un largo proceso de 8 o 10 años de trabajo de empoderamiento. Supone todo un reto que se atrevan a inscribirse en un curso de estas características cuando provienen de aldeas donde no disponen de agua corriente ni luz en sus casas. Aprender a montar y reparar equipos eléctricos supone romper con los roles de género establecidos. Estas mujeres han hecho para entonces un trabajo en sus propios hogares, donde sus maridos y suegros han asumido que son capaces de esto y mucho más. Estas mujeres serán además un referente en sus comunidades ya que además de fabricar y vender lámparas de energías renovables, disponen de un kit que les facilita la reparación cuando algo falla. Con el kit pueden reparar las lámparas en los propios hogares de los dueños de la lámpara dañada, por lo que pueden demostrar in situ sus habilidades.
  • Medio Ambiente: Al no disponer de electricidad en muchas aldeas, la gente utiliza lámparas de keroseno, las cuales son altamente nocivas para la salud de las personas y para el medio ambiente. En cambio estas lámparas se cargan durante el día mediante paneles solares y pueden ser utilizadas durante la tarde/noche, para estudiar, cocinar, etc…
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Calcuta Ondoan dispone de un documental grabado en este centro con el primer grupo de mujeres que se formaron en el mismo:

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Por qué resulta tan necesario incidir en el cambio de roles:

Tradicionalmente en India el hombre es el responsable de llevar el dinero al hogar mientras que el papel de la mujer se limita a las tareas de la casa y en todo caso su trabajo fuera de casa es meramente para contribuir con el salario del marido.

En los distritos rurales donde trabajamos, al tratarse de un áreas muy empobrecidas un 32.04% de las mujeres trabajan fuera de casa, generalmente en agricultura como sus maridos y también en otros trabajos como picapedreras, recoger y vender madera del bosque para fuego, carga de ladrillos y material de construcción. Además de esos durísimos trabajos, deben hacerse cargo de las cargas familiares, atender el hogar etc…

La propiedad de las tierras está casi siempre a nombre de los varones, incluso cuando el Gobierno de India llevó a cabo un programa de redistribución de tierras en la zona, estas fueron puestas a nombre de los hombres.

Los hombres se dedican en su mayoría a la agricultura, aún teniendo en cuenta que en la estación seca no hay trabajo, ellos permanecerán sentados mientras sus mujeres se hacen cargo de las tareas del hogar, salvo situaciones extremas, si la mujer está enferma en la cama y no puede moverse, entonces si que intentarán desempeñar las tareas del hogar si no hay otra mujer (una hija, sobrina, o hermana) que pueda hacerlo.

El hecho de que las propias mujeres sean conscientes de que pueden desempeñar tareas cualificadas que son en principio vistas como “cosa de hombres” representa un gran paso. El demostrar a sus familias, y a las comunidades que pueden hacerlo aumenta el impacto y sociabiliza las verdaderas capacidades de las mujeres.

Imágenes del Proyecto