Ciclón Ockhi – Kerala
Emergencia en Kerala
El 2 de diciembre comenzó como un día cualquiera. De madrugada miles de pescadores prepararon sus embarcaciones y se lanzaron al mar en pequeñas tripulaciones de 4 a 6 pescadores por lancha desde la orilla de la playa donde viven con sus familias en chozas sobre la misma arena.
Cuando dejaron sus hogares para ir a pescar como cada noche, sus hijas e hijos más pequeños todavía dormían, sus mujeres ya les habían dejado preparado algo para comer.
Lo que desconocían era que se les acercaba un ciclón catalogado como “muy severo” y que muchos de ellos, más de 900, no regresarían nunca a casa.
La costa de Kerala está plagada de pequeñas aldeas donde se vive de la pesca tradicional. Desde Calcuta Ondoan llevamos trabajando más de 14 años junto a las organizaciones locales Trivandrum Social Service Society y Sakhi, y desde el año pasado con la organización SISP en la zona.
La pesca tradicional sigue realizándose en pequeños botes con 4 a 6 personas, en muchas ocasiones los pescadores son parientes por lo que muchas familias han perdido a dos, tres, incluso cuatro familiares por causa del ciclón.
El golpe sufrido por estas familias es devastador pues además de haber sufrido destrozos en sus hogares, muchas mujeres han perdido a sus maridos y algunos de sus hijos varones. Por si fuera poco, no poder recuperar los cuerpos dificulta el proceso de duelo de las familias, y además imposibilita que puedan obtener compensaciones económicas por parte del gobierno si la persona no se encuentra oficialmente dada por fallecida.
Desde Calcuta Ondoan se puso en marcha una campaña de recogida de fondos alcanzándose los 2.000 euros que fueron enviados inmediatamente a la organización SISP como apoyo para las familias afectadas con las que esta organización ya trabajaba en la zona.
Desde las organizaciones con las que trabajamos en India nos muestran su preocupación por la situación de vulnerabilidad en la que van a que quedar las viudas de estos pescadores desaparecidos. No podrán obtener ninguna ayuda del Gobierno hasta que no se reconozca oficialmente su fallecimiento y esto puede llevar años. Si sus condiciones de vida eran ya muy precarias debido a la pobreza, el haber perdido al marido, e incluso a alguno de sus hijos mayores, así como la perdida de la barca con todos los aparejos de pesca puede significar pasar de la pobreza a la miseria y a la desesperación.